La princesa que olvidó cómo dejar la torre

O cómo arruinar un cuento de hadas

Kiki Aguilar
2 min readMay 14, 2022
Rebecca Yanovskaya

Érase una vez una princesa que pasó tanto tiempo siendo princesa que ya no sabía cómo ser otra cosa. La princesa no quería cargar con una corona toda su vida, ni mirar siempre el extenso reino desde su balcón. La princesa quería salir y pisar la tierra con sus propias suelas, explorar las villas que se alzaban a lo largo del horizonte, conocer a los aldeanos y sus historias, crear algo con sus propias manos de lo que sentirse orgullosa.

Pero había pasado tanto tiempo entre los muros del castillo que había olvidado cómo salir. Había pasado tanto tiempo hablando con las esculturas que adornaban los pasillos que no sabía si podría mantener una conversación con otro ser humano. Había crecido rodeada de gente que se ocupara de sus necesidades que realmente no sabía cuidarse a sí misma.

Cuando la princesa se dio cuenta que los demás crecían y seguían con su vida, era muy tarde. Ella nunca había dejado el castillo. No había desarrollado ningún talento especial. Las habilidades que creía tener no le servían de mucho en el mundo real. Y el mundo real era aterrador. Como una nube negra, parecía acercarse cada vez más al castillo. A ella.

La princesa sentía que debía correr. A cualquier sitio, no importaba dónde. La nube negra parecía perseguirla y devorarla incluso en sueños. No había manera de escapar ni regresar el tiempo. Oh, si pudiera regresar el tiempo. Cuántas decisiones no cambiaría.

La princesa quería contar su historia pero no encontraba las palabras y cada vez que parecía hacerlo, se escapaban de sus labios tan pronto como llegaron. La princesa se sentía inútil. Parecía que no podía hacer nada bien y no sabía cómo empezar las cosas que debía hacer. La princesa consideraba si debería rendirse de una vez por todas. Su final feliz cada vez más distante.

Siempre pensó que apuntar a la luna le permitiría, al menos, llegar a las estrellas. Resulta que el espacio estaba más lejos de lo que creía.

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Kiki Aguilar

Lesbiana aromántica habla inglés sola y escribe como terapia gratis.